Si hay lectores con memoria seguro que habrán reparado en que me repito . Cierto .
No es primera vez que comento que al oír o leer sobre un accidente laboral sobre todo en construcción , agricultura , industria o transporte suelo pensar rápidamente que el muerto es inmigrante . Çe voilá :
Un edificio se derrumba en Madrid capital , cuatro muertos : dos africanos , un ecuatoriano y una española . Los tres primeros obreros , la cuarta una arquitecta .
Esta tragedia bien puede representar la fotografía de la construcción hoy en España : mano de obra apenas cualificada inmigrante y la que sí es cualificada española .
Si hacemos caso a lo que se va publicando resulta que el dueño es un ricacho saudí y que el origen del accidente pudo estar en una grave imprudencia cometida por los obreros , lo que refuerza lo de apenas cualificada que he puesto antes .
Hoy esto apenas si se comentará cuando , por contra , hace no tantos años la siniestrabilidad laboral estuvo en boga como lo pudo haber estado hasta hace poco la violencia de género . En el mercado de la pena existen modas , pero no sé bien cómo se suceden unas a otras ( quizás cambian cuando detectan cansancio en el público o cuando hayan de captarse nuevas subvenciones con nuevas tragedias ; se renuevan las penas como se renueva el vestuario según las estaciones para vender más ) .
Esta tragedia se da en un contexto muy determinado : la continua cantinela de falta de mano de obra en el sector ( y en otros ) a la vez que vemos en los digitales ( sobre todo en El Español ) testimonios de albañiles españoles nativos que afirman ganar el oro y el moro en países como Australia , Suiza , Austria , etc ... .
La conclusión es evidente : la inmigración aumenta la siniestralidad laboral por cuanto suministra mano de obra barata que viene de países con muy mala cultura de seguridad laboral y dispuesta a hacer más por menos y en este por menos se incluye la asunción de riesgos .