Habría de debatirse si "por" o "con" la inmigración . Con ella si que la hemos visto al ser usada como un elemento más de la guerra híbrida ; por ejemplo , cuando Marruecos manda a España a miles de sus naturales para ir ocupando sobre todo electoralmente a medio plazo Ceuta , Melilla , las Canarias y más . Otro tanto si bien con más crudeza hizo Bielorrusia cuando empujó a multitud de orientales hacia Polonia .
Lo que sería novedad es ver guerras "por" la inmigración ; un Estado declarando la guerra a otro porque le manda un chorro ininterrumpido de emigrantes bien naturales suyos o de terceros .
Sin exagerar mucho se puede afirmar que el caso ya se ha dado :
Afortunadamente la guerra ha sido comercial , no bélica . En el resto de la prensa , sobre todo digital , los términos son más suaves si bien no dejan lugar a dudas de que Colombia ha cedido ante los USA en esta disputa por quién ha de asumir a los colombianos que han emigrado ILEGALMENTE .
Un presidente "progre" como es el colombiano Petro viene a defender que los emigrantes no son delincuentes , pero ha de ceder ante otro presidente "ultra nacionalista" . Petro tiene unos modales educados y Trump es muy arrogante , sin embargo el que se ajusta a la Ley es el segundo : rechaza inmigrantes ILEGALES , no aquellos que han entrado legalmente .
Como se suele decir , las apariencias engañan . Petro ha impostado un falso idealismo al reclamar derechos a quien no los merece dado que no ha respetado la Ley . Ha sido un Don Quijote tan falso como ridículo pues en cuanto Trump ha hecho valer su peso y su razón ha debido recular . Sin duda sus asesores económicos le habrán hecho ver lo estúpido de su idealismo de salón .
¿ Qué se debería sacar de todo esto ? , pues la asunción por los políticos de que los emigrantes han de cumplir la Ley . Eso de regularizar inmigrantes ILEGALES no es otra cosa que poner en segundo plano a los naturales del país , los que SÍ cumplen la Ley .
Esto último podría desembocar en guerras civiles : los progres pro inmigración contra los naturales víctimas de aquella ; por supuesto y afortunadamente no bélicas pero sí electorales y hasta económicas ( cada vez más consumidores se fijan en el origen del empleado de la empresa a la que compran ) .
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