La condición de refugiado merece un respeto mayor que la del mero emigrante , el primero huye para salvar el físico , el segundo se va para intentar mejorar su nivel económico . Dicho de otro modo , no es igual preservar la propia vida que la ambición de mejorarla en lo material .
En su momento vimos cómo no pocos colombianos en España aducían ser refugiados perseguidos por la guerrilla , los paramilitares o cualquiera de las partes en conflicto en su atribulado país , para lograr entrar aquí con la ventaja competitiva que otorga ser considerado refugiado y no un mero inmigrante económico .
Lo que ambas condiciones tienen en común es el impacto sobre la población del mal llamado país de acogida , sobre todo en las clases populares o más pobres . Y cansa muncho la falacia de que cuando un país se abre para acoger refugiados lo hace como si repartiera por igual el impacto negativo que su llegada conlleva . Veamos el penúltimo ejemplo comentado por un digital que se tiene por progresista :
En un sin querer queriendo que diría el Chavo del ocho , el medio nos descubre la raíz del problema en un parrafito clave :
“Estos eventos han coincidido con una grave crisis económica y política en Turquía. Algunos partidos políticos han manipulado la cuestión de los refugiados para obtener beneficios políticos. Esto ha empeorado mucho su situación en el país”, dice Didem Danis, socióloga fundadora de la Asociación para la Investigación de la Migración (GAR).
Vemos tres cosas muy evidentes :
1 - El impacto negativo de los refugiados lo reciben las clases populares del país receptor , la pelea en el mercado laboral es cada día más cruenta sobre todo si coincide con una grave crisis económica.
2 - Si algún partido o grupo político repara en lo anterior , los buenistas , como la socióloga Didem Danis , se apresuran a decir que buscan " beneficios políticos " . ¿ Acaso sería mejor pegar fuego sistemáticamente a las viviendas de los refugiados ? .
3 - No se percibe en los progresistas ni sombra de reconocimiento del desigual impacto de los refugiados en el país receptor , con lo que de su parte parece lejos cualquier intento serio de solución o al menos de alivio del problema .
Esto recuerda a la entrevista que hace unos años Marie Le Pen concedió a Ana Pastor , la periodista estrella de la muy progresista cadena La Sexta . En un momento Le Pen , harta de la intensidad de la periodista , le preguntó si ella acogía inmigrantes en su casa ; Ana Pastor dijo que si , pero un si tan hueco que era un rotundo no .
Es lo de siempre , exigir solidaridad con el de fuera a los connacionales que menos la reciben .
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