Por supuesto que no ha sido un reconocimiento explícito . Aquí absolutamente ningún político reconoce un solo error propio . Que nadie espere que dimita alguno por haber copiado un párrafo , eso sucede en Alemania . Que nadie espere que uno de nuestros dirigentes reconozca en público que lo multicultural es una pifia , como lo hicieron Merkel o Macron ( por cierto , lo dijo antes de los recientes disturbios étnicos en la pequeña Dijon , una ciudad más pequeña que Pamplona , lo digo para que nos hagamos una idea de lo que aquí podría suceder ) .
Aquí el reconocimiento de lo negativo de la inmigración ha sido de un modo implícito , a la chita callando . Pero pese a ello ha sido lo bastante claro porque se ha dado en un ámbito importante , el de la Educación . Atentos a la noticia :
" Combatir la segregación del alumnado, de manera que haya más equilibrio entre los colegios públicos y los concertados, en cuanto a la presencia de alumnos extranjeros y de hijos de familias desfavorecidas, es uno de los grandes objetivos de esta nueva reforma, que se convertirá en la octava si el Congreso da el visto bueno. La idea de la ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, es que no existan «colegios guetos». "
Más vale tarde que nunca . Y bien tarde que se ha dado este reconocimiento implícito de lo negativo de la inmigración , tras más de dos décadas y dos grandes crisis ( la Gran Recesión de 2008 y la Gran Reclusión de 2020 ) que han dejado al Estado en situación de quiebra técnica . Al menos la Ministra reconoce la existencia de guetos educativos . El siguiente paso lógico sería reconocer la existencia de guetos poblacionales ( El Raval en Barcelona , La Cañada Real en Madrid , el barrio de San Francisco en Bilbao , La Mila en Pamplona e incluso las Casas Sagüés en mi pueblo de apenas 800 habitantes ) y de guetos laborales que tarde o temprano nos perjudican a todos como bien demuestra estos días el caso del contagio masivo en la empresa cárnica alemana cuya plantilla era prácticamente por entero inmigrante .
Todos los cantos , todas las imposturas buenistas de los proinmigración se derriten ante el hecho ya innegable por insoportable de la existencia de guetos educativos . En ciertos barrios basta con apostarse a la salida de colegios públicos para sentirse como en la Sudáfrica del Apartheid . No es algo casual , es consentido y hasta promovido incluso o sobre todo por la falsa izquierda que es la primera en matricular a sus hijos en colegios sin o con pocos niños inmigrantes . El que quiera saber porqué que se haga con un ejemplar en papel de esto :
La supuesta izquierda del inmigrante quiere apenas su voto pero no su compañía en las escuelas a las que van sus propios niños . El niño inmigrante ralentiza la marcha general del aula ( a menudo desconoce el idioma , sus padres tienen un nivel muy bajo , como el de la Educación del país de origen ) y , sobre todo , no promete a futuro una buena red de contactos , algo siempre fuera del alcance de los pobres .
El que encuentre esto exagerado puede leer un buen libro sobre la Educación en Finlandia :
Hallará para obtener un buen sistema educativo una condición que se cita sin ningún ánimo ni xenófobo ni mucho menos racista : la homogeneidad cultural . Cuantos más elementos presentes de otras culturas haya en una sociedad , más difícil tiene ésta la consecución de la calidad educativa .
Una verdad incómoda pero verdad a fin de cuentas , como lo prueba en un sin querer queriendo el reconocimiento implícito por parte de la Ministra de que la Educación en España no deja de empeorar en parte por la existencia creciente de guetos educativos .
A esto hay que añadir una salvedad : los rusos se suelen sorprender , como los chinos , del bajo nivel educativo de los niños nativos españoles . Tan así que no pocos deciden que sus hijos sigan el sistema educativo propio a través de las embajadas de sus países de origen ( fuente : entrevistas personales y lo que se dice en " Las tribus de Israel " de la corresponsal Ana Carbajosa ) .
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