Sea avisado el lector de que esta entrada sirve de conclusión de la anterior . Si sigue leyendo es por su cuenta y riesgo .
Lo más difícil de pedir a los políticos , al menos en España , es coherencia . Sobre todo si se dicen progresistas . El penúltimo coherente fue Julio Anguita ( el último no lo puedo decir porque , llegado el caso , me puede perjudicar ) . Anguita al final de su vida laboral tuvo derecho a elegir entre la pensión como político o la pensión como profesor de Historia que fue . Eligió la segunda pues , según dijo , le era suficiente .
Hoy , repito , algo así es impensable . Hoy para ver si un político es o no coherente con lo que predica hay que ver su vida personal . Recordemos los dos grandes hitos en este sentido de Pablo Iglesias con su pareja Irene Montero , reyes de Podemos .
En cuanto pudieron abandonaron el barrio popular de Madrid en el que vivían , creo que era Vallecas , para comprarse un chalet de más de 600.000 euros en la exclusiva zona de Galapagar ( piscina , jardines , seto vallado y protegido ... ) .
Cuando les ha llegado la hora de escolarizar a sus hijos lo han hecho en un colegio privado contradiciendo de nuevo sus peroratas en favor de lo Público ( en esto imitan al PSOE ) .
Así pues de sus hechos que no de su discurso se puede concluir que Pablo Iglesias es anti inmigración .
Huye de ella como de la peste . Solo la busca como mano de voto barata . Nada más .
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